Las cervezas Kasteel aparecen en el mercado belga en 1989, lo que en términos cerveceros no representa demasiado tiempo, aunque como ocurre con muchas de las cervezas belgas, el productor de las mismas tiene una historia de más de 100 años. Y este es también el caso de Kasteel, cuya cervecera nace en 1900 con el nombre de Brouwerij Van Honsebrouck.
La evolución de esta cervecera desde sus orígenes fue elaborar cervezas de tipo lager hasta que en el año 1953 deciden dar un cambio a la producción para pasar a cervezas tipo Ale, principalmente Gueuze y Lambic. Así están durante 30 años hasta que en los 80's deciden volver a cambiar, motivado de nuevo por las tendencias del mercado. Este nuevo cambio fue hacia unas cervezas de mayor elaboración, con el estilo de cerveza de abadía como objetivo, lo que derivó en la creación de la marca Kasteel y su primera cerveza, la Donker, nada más y nada menos que una cerveza oscura de abadía estilo quadrupel.
A partir de esta fueron apareciendo en el mercado todo un abanico de cervezas, con una reconocida calidad y que abarcan todos los estilos de las cervezas de abadía, así como nuevas propuestas de cervezas de bodega.
Con esta Kasteel Donker surgió todo. Y el resultado no pudo ser mejor. Una cerveza imponente, que desde el primer momento nos llena de aromas tostados, fruta madura, cacao, que luego se traslada a la boca, para tener un trago pleno, que nos llena la boca con un inicio dulce pero potente.