Cuando hablamos de La Trappe, estamos hablando de uno de las 11 abadías que pueden contar en sus cervezas com el sello Autenthic Trappist Products, lo que indica que las cervezas trapenses que elaboran cumplen con los principios cistercienses: fabricar en las instalaciones de la abadía, siempre bajo la supervisión de los monjes, y los ingresos están destinados exclusivamente al mantenimiento y sustento de la abadía y sus monjes.
Aunque La Trappe proviene de la abadía francesa de Notre-Dame de la Grand Trappe, esta cerveza trapense es originaria de los Paises Bajos, lugar en que se instalaron parte de estos monjes en 1881 fundando la Abadía de Nuestra Señora de Koningshoeven-La Trappe.
La producción de cerveza comienza en la abadía en 1884, como parte fundamental de conseguir ingresos para contribuir al mantenimiento de la abadía. A partir de la venta de cerveza y las nuevas instalaciones cerveceras, se consigue a su vez construir una nueva abadía en 1894.
Pero no es hasta 1928 que no se lanza al mercado una cerveza ya con la marca La Trappe, en este caso, la cerveza más común para el consumo propio, la Bold, una cerveza lager de 4%ABV.
En la constante evolución de estos monjes por crear nuevas cervezas, en 2003 lanzan al mercado la primera cerveza de trigo trapense, La Trappe Witte Trappist, una aproximación a las cervezas de trigo belgas blanche, cítrica, picante, levadura y pan. Una cerveza de trigo para servir bien fria.