La abadía benedictina de Maredsous se encuentra en la provincia belga de Namur pero curiosamente, y a pesar de la larga historia cervecera de los monjes, nunca ha producido la cerveza Maredsous entre sus muros. Si que es cierto que los monjes producen una cerveza para consumo propio, pero no es la misma que se embotella. Aún así, si se visita la abadía de Maredsous si se podrán degustar las cervezas embotelladas como Maredsous.
A partir de las recetas de los monjes benedictinos y bajo permiso de estos, la cerveza Maredsous se fabricó en sus inicios por la Brasserie Faleau, pero en 1960 y tras el cierre de esta fábrica, la producción se traslada a la Brasserie Caulier, pequeña cervecera familiar belga. Pero a partir de 1963, la producción se traslada definitivamente a la cervecera Duvel, quien mantiene su producción hasta nuestros días. Una parte de los beneficios de la venta de cerveza vuelve a la abadía para ayudar al mantenimiento y fomentar actividades.
Y dentro de las tradicionales cervezas de abadía, no podía faltar la Maredsous 10, una cerveza tripel, la de mayor graduación de las hechas (10%ABV), una cerveza con carácter, con la levadura presente, picante y el dulzor que equilibra su potencia.